lunes, 6 de diciembre de 2010

Literatura de posguerra


Representada por la comedia de Alejandro Casona por la novela "tremendista" de Camilo José de Cela.

El fin de la guerra civil, 1939, supone una ruptura cultural, una gran corte intelectual. A partir de entonces en España se crean dos literaturas: al del exilio y la del interior, que prácticamente vivirán incomunicadas casi hasta los años sesenta. La poesía es quien mas sufre esta ruptura ya que existía, como hemos visto, un grupo de poetas los del veintisiete que ya habían publicado importantes libros y casi todos ellos eligen el exilio.

Es curioso constatar cómo algunos de los fenómenos que aparecen en la post guerra ya se daban en los años anteriores a la contienda: adopción de formas métricas tradicionales, como el soneto (Lorca, Alberti, Gerardo Diego, Luis Rosales), o la aparición de la poesía religiosa (recordemos la revista alicantina El Gallo Crisis, donde empezó a escribir Miguel Hernandez). A partir de 1939 se produce un empobrecimiento de esta rica tradición poética y la poesía de esos años podemos caracterizarla por la aparición de temas sacros o heroicos y por el alejamiento de las corrientes extranjeras, tan presente hasta entonces.

Los hitos más importantes son la aparición de la revista Garcilaso (1943), que defiende una poesía neoclásica, intimista y nacionalista aunque encontramos en ella dos tendencias, una que aboga por la poesía pura, el arte por el arte y otra que apoya una poesía lírica. La revista se caracterizó por su retórica trasnochada y por su insistencia en formas clásicas, como el soneto. El miembro más representativo de este grupo fue José Agustín Goytisolo vio así a estos "garcilasistas":

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